Los incentivos fiscales para la compra de vivienda son mayores para las rentas más altas, según el Banco de España
Los incentivos fiscales para la compra de vivienda en España "tienden a ser mayores para los hogares con rentas elevadas", afirma un informe del Servicio de Estudios del Banco de España publicado ayer. Este trabajo indica también que el conjunto de impuestos al comprador vigentes entre 1986 y 2004 supusieron en realidad una "reducción del coste" o, lo que es lo mismo, una "subvención neta". En definitiva, añade, un incentivo a la adquisición. Dentro del panorama internacional, el caso español destaca por el tratamiento fiscal comparativamente favorable de los activos inmobiliarios, la elevada proporción de los hogares que son propietarios de su vivienda principal y, más recientemente, por el episodio de "fuerte crecimiento de los precios" (un 160% en términos acumulados entre 1988 y 2004). Aunque no lo afirma de forma tajante, el Banco de España explica que las ventajosas condiciones fiscales podrían haberse traducido en un aumento equivalente del precio de los pisos en lugar de en una rebaja del coste para el usuario. El que ocurra de una u otra forma "dependerá de las elasticidades-precio de la oferta y la demanda de inmuebles".Para la entidad, la subvención a la compra neta estimada es "particularmente manifiesta en el caso de la vivienda habitual mantenida en régimen de propiedad", aunque también se observa en menor medida en el caso de las segundas residencias no alquiladas. Aparece así, a su juicio, un claro favoritismo fiscal hacia la compra frente al alquiler, lo que podría explicar que el ratio de arrendamientos en España sea el más bajo de la Unión Europea (UE). Un 6% del total de casas, frente a un 30% de media en la UE.
Reformas fiscales
El Banco de España destaca también que estas facilidades han tendido a reducirse a lo largo del tiempo gracias a las sucesivas reformas fiscales. La primera del periodo estudiado, la de 1992, recortó las facilidades en el caso de las segundas residencias. Por su parte, la de 1999 no varió de forma apreciable la cuña fiscal global, "si bien aumentó el incentivo a la compra de viviendas habituales y redujo el relativo a las destinadas al alquiler", asegura el informe.Aunque los técnicos de la institución monetaria resaltan que las facilidades no han sido determinantes para explicar el gran número de pisos en propiedad y el auge de esta modalidad frente al alquiler, advierten de que "el sistema fiscal continúa primando a la vivienda sobre otros activos alternativos".
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